“Justicia es
dar a cada quien lo que es suyo.”
Ulpiano –
Jurista romano/170 dC.
Definir el Homeschool
como uno de los métodos educativos del Siglo XXI.
Definimos como
Homeschool un modelo educativo en el cual son las familias quienes toman en sus
manos la responsabilidad de la formación de sus hijos. Es la familia quien
asume el rol de la instrucción intelectual porque prefieren ser ellos quienes
dirigen el camino de aprendizaje y no que sean los padres de otros hijos.
En este proceso, las
familias pasan por varias etapas:
1) Surge una necesidad por el contexto particular que está viviendo la familia, que los lleva a buscar alternativas buscando información.
2) Al encontrar referentes relacionados con el método,
inician el camino de la capacitación, estudiando la legalidad, los riesgos y
los beneficios a corto, mediano y largo plazo. También establecen la guía
curricular y las actividades extracurriculares que harán sus hijos.
3) Buscan colegio y proveedores de servicios que les
suplan los recursos, tanto académicas como extracurriculares. Contratan
maestros de apoyo que acompañen. Se arman de un espacio lúdico en algún rincón
de la casa y una biblioteca.
4) Se esfuerzan por formar parte de una comunidad local
compuesta por familias afines a su filosofía de vida. Ayudan a otras familias
más nuevas en el método y hasta generan una economía circular entre docentes,
padres emprendedores y proveedores de servicios.
Legalidad.
El Homeschool es una
decisión privada que toman las familias que lo eligen y en este sentido, es
también un derecho ciudadano, civil y fundamental.
Hay varios tipos de
derecho y los fundamentales, también denominados no negativos son aquellos que
nadie puede otorgar porque son parte de la naturaleza humana y de su dignidad.
Dentro de esos derechos, cabe la decisión de los padres o en su defecto, de los
tutores legales, de elegir qué tipo de educación quieren para sus hijos
o representados. Es por eso por lo que el Homeschool es un ejercicio sujeto al
derecho/deber que tienen los padres por naturaleza.
En este punto, podemos
profundizar en el carácter naturalista de la Constitución Nacional que hace una
gran diferenciación entre educación y enseñanza, estableciendo que son los
padres quienes tienen la libertad sujeta al derecho/deber para escoger los
maestros y las instituciones que deseen y que queda garantía garantida la
libertad de enseñanza ( Art.68). Es la enseñanza la que debe ser coordinada por
la ley (art. 202).
Por otra parte, existe un principio de legalidad que establece el Art.
10 y afirma que “Las acciones privadas de las personas
que de ningún modo atacan el orden público ni perjudican a un tercero, están
exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la República
será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no
prohíbe.”
En Uruguay, no existe una ley específica dentro del derecho positivo que regule el Homeschool,
o sea, no menciona el término anglosajón pero sí existen leyes específicas que
hacen relación a la libertad de los padres en congruencia con el tipo de enseñanza
que quieren transmitirle a sus hijos. Para sumar a la argumentación legal,
también existen los Acuerdos Internacionales, que cuando se ratifican, sí pasan al Derecho positivo. Por ejemplo, la CONVENCION
AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS de 1969, también llamado PACTO
DE SAN JOSE DE COSTA RICA (Ley uruguaya 15.737); que en su PACTO
INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONOMICOS SOCIALES Y CULTURALES (Ley uruguaya 13.751),
Art. 13 Inciso 3 establece que “Los Estados Parte
en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y,
en
su caso, de los tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas DISTINTAS
DE LAS CREADAS POR LAS AUTORIDADES, siempre que aquéllas satisfagan las normas
mínimas que el Estado prescriba o
apruebe en materia de enseñanza, y de hacer que sus hijos o pupilos reciban la
educación
religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.”
A este pacto, tanto como a la Convención de la UNESCO,
relativa a la lucha contra las discriminaciones
en la esfera de la enseñanza (Ley uruguaya 17724) que
redacta “que no deben establecerse discriminaciones y proclama el derecho
de todos a la educación… debe respetarse la libertad de los padres o, en su
caso, de los tutores legales, de elegir para sus hijos establecimientos de
enseñanza que no sean los mantenidos por los poderes públicos…”
Dado que Uruguay ratifica y oficializa estos Acuerdos
Internacionales, tienen peso y valor jurídico dentro de nuestro territorio.
Estos pactos se convierten en instrumentos obligatorios para todos los ciudadanos
y es importante recordarles, cada tanto, a las autoridades que sería bueno que
los tomen en cuenta antes que se propongan redactar leyes contradictorias a
estos o que sean inconstitucionales.
Siendo extenso y amplio el marco jurídico internacional al que
Uruguay adhiere y teniendo redactado en otro texto una vasta argumentación que
respalda la educación en el hogar dirigida por los padres a nivel nacional e
Internacional, puedo concluir que el Homeschool es legal.
Si bien ninguna familia que elige educar a sus hijos en el hogar
pone como motivo principal el adoctrinamiento o las consecuencias de una
socialización negativa (me explayaré más adelante sobre este punto), sino que,
más que nada, buscan herramientas pensando en relación con el amor
inconmensurable que sienten por sus hijos queriendo proveerles lo mejor, es una
realidad que existen sesgos en la enseñanza que pueden ser contradictorios con
las filosofías o creencias de algunas familias.
En 1948 y como resultado de las reflexiones que se hicieron
respecto al impacto ocasionado por las guerras, en especial, la Segunda Guerra
Mundial culminada en 1945, se redacta el pacto más importante a nivel humano
que existe en la actualidad, La declaración Universal de los Derechos Humanos y
sobre este Acuerdo basaré mi reflexión.
Es curioso que dentro de una sociedad haya consenso acerca de que
deben respetarse la Libertad de prensa, la de expresión o la de culto, sin
embargo, cuando hablamos de libertad educativa no es así. Por el contrario, de
inmediato el imaginario lleva a pensar que no existe educación sin una
escolarización regulada por el Estado.
Es entonces que el Artículo 26, Inciso 3 de la Declaratoria
Universal de los Derechos humanos cobra sentido porque reconoce el derecho
fundamental a la libertad educativa y lo otorga como derecho inherente a la
libre decisión privada que tienen los padres en relación a sus hijos,
redactando que “Los padres
tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a
sus hijos”.
Ahora bien ¿Alguien se preguntó alguna vez por qué tomaron en
cuenta incluir la educación como un libre derecho/deber preferente de los
padres y no de las Instituciones reguladas por el Estado? La verdad es que en el borrador inicial de la
Declaración Universal de Derechos Humanos realizado por el canadiense Humphrey
y el francés Cassin en 1947 no figuraba el punto 3 del artículo 26. Fue en la
discusión posterior con los estados y la sociedad civil previa a la adopción de
la declaración por la Asamblea cuando la libertad de educación apareció. En
esta discusión se propusieron dos modificaciones importantes al artículo 26.
Durante las
negociaciones en el seno de la Comisión de los Derechos Humanos hubo pocas
discusiones sobre las atrocidades nazis. Probablemente, según algunos biógrafos
de aquel momento histórico, debido a que esta tarea estaba encomendada a
otros organismos más versados en derecho de guerra. El artículo 26, no
obstante, fue una excepción y su discusión estuvo fuertemente influenciada por
las atrocidades nazis y por el importante efecto que tuvo la escuela alemana
nazi de la época que logró que toda una generación odiara a otras personas solo
por pertenecer a otras culturas o razas.
En este sentido cabe
destacar las dos intervenciones más influyentes en vistas al contenido final
del documento. Por un lado, el Congreso Judío Mundial propuso que la educación
debía promover la tolerancia, el entendimiento y el respeto a los derechos humanos
por razones más que obvias. Siendo esta propuesta el germen de la educación en
derechos humanos.
La otra propuesta fue
hecha por el diplomático holandés Beaufort, quien recordó el devastador efecto
que tuvo el monopolio educativo estatal nazi y la consecuente socavación de los
derechos parentales, pidió a la Comisión la inclusión de la libertad de
enseñanza para evitar tales abusos. Literalmente se pactó que esto no volvería
a suceder si a los hijos los educaban sus padres.
No debe extrañarnos
que fuera la Misión Holandesa la que incluyera este enunciado puesto que en su Constitución
– que data del siglo XIX- ya se incluye la libertad de educación y la
obligación del estado de financiar escuelas no gubernamentales.
Simpática coincidencia
que en la misma discusión donde se dictaminó la importancia de la educación en
derechos humanos se deliberara también el derecho preferente de los padres a
escoger la educación de sus hijos. Como ya hemos dicho en más de una ocasión,
estas dos realidades no son antagónicas, sino que complementarias y mutuamente
necesarias para la realización del derecho a la libre educación, especialmente
en sociedades plurales.
Como en materia de
educación no existe neutralidad y todos los docentes enseñan desde su propia
cosmovisión de las cosas, es importante traer estos puntos a memoria, ya que
hay derechos fundamentales que no pueden ni deben ser vulnerados y ante estos
casos existe la objeción de conciencia.
Por otra parte, en
ninguna ley de todo Latinoamérica está explícitamente redactado que está
prohibido educar en casa, excepto en Cuba y Costa Rica y el caso de Costa Rica
ya está cambiando ya que el equipo líder por la libertad educativa de ese país
está sentando las bases de esta lucha y las autoridades están modificando su
manera de pensar al respecto siendo más flexibles a aceptarlo y promoverlo.
Un poco de historia.
Se sitúan dos momentos
históricos respecto a la creación de escuelas y la escolarización forzada. Uno
en la industrialización, porque al necesitarse mano de obra especializada y
barata, había que sacar a la mujer de la casa para que vaya a trabajar a las
fábricas y es allí donde surge la necesidad de saber dónde iban a dejar a los
niños.
El segundo momento
histórico que cabe traer a memoria es durante el siglo XVII que es cuando
empieza el rol subsidiario por parte de algunas organizaciones estatales. Esto
sucede en Ginebra, Suiza, donde se introdujeron programas educativos basados en
lectura, escritura y matemáticas. La iglesia tomó esta iniciativa con un rol
subsidiario y complementario a la educación que los padres ya daban a sus hijos
en el hogar. Esta apoyó esta decisión porque su intención se basó en que todos
los ciudadanos debían leer la biblia.
Fue en el Siglo XIX
que se comienza a cambiar esta metodología y se empieza a hablar de que la
enseñanza debe ser obligatoria y la debe impartir el Estado.
En 1852 llega una gran
migración a los Estados Unidos desde Irlanda que provocó un choque de culturas
muy distintas. La preocupación de las autoridades estadounidenses de ese
entonces fue que los irlandeses dejaban sus hijos a la deriva, eran vagos, se
alcoholizaban y veían en ellos una amenaza para las futuras generaciones. En
este caso, la enseñanza dirigida por el Estado buscaba transmitir valores como
en otros momentos de la historia, pero esto dio lugar a que se naturalizara que
los padres no pueden educar a sus hijos en casa, sino que deben enviarlos a una
escuela. Queriendo evitar que los hijos de los irlandeses fuesen malos ejemplos
para las familias americanas, estos orígenes del modelo de escolarización
estatal partieron de una buena intención y también es cierto que ya desde
entonces comienzó a surgir la diferencia entre educación y escolarización. De
hecho, muchos hemos oído la frase “en la casa se educa y en la escuela se
instruye”.
El problema es que,
pese a que ya llevamos más de 150 años de estas concepciones, cuesta asimilar
otras formas de enseñanza que no sea a través de escuelas y los padres que en
general han ido delegando su responsabilidad al Estado, también han ido perdiendo
el vínculo íntimo que tenían con sus hijos, pero ahora algunos están cambiando
en su manera de pensar.
En 1960 empezaron a
darse los primeros ensayos sobre educación en el hogar en USA. El caso de los
Amish y la exigencia hacia ellos por parte de las autoridades de la
escolarización obligatoria fue el puntapié de partida. Muchas familias debieron
ir a la Corte a pelear por sus derechos a la libre educación y muchos
terminaron detenidos hasta que finalmente, las autoridades entendieron que
había que legalizar este derecho en favor de los padres lo que dio lugar a su
regulación legal.
Otras familias se
empezaron a organizar en un contexto más pacífico y ordenado. Ya habían pasado
las guerras, la gran depresión era cosa de la antigüedad y la economía se
comenzaba a estabilizar. La modernidad trajo consigo los recursos y los padres
empezaron a trabajar en conseguir y elaborar manuales para enseñar a sus hijos
a leer y escribir y así poder brindar educación de calidad para que sus hijos
tuviesen garantizada la continuidad educativa y fueran buenos ciudadanos.
En la actualidad
tuvimos otro momento clave que llevó a muchas familias a replantearse su
relación con sus hijos y la forma de contenidos que estaban recibiendo por
parte de sus maestros. La Pandemia por Coronavirus abrió una puerta a la
esperanza en ese aspecto. No todos tuvieron los mismos cuestionamientos,
obviamente, como tampoco es para todos poder llevar adelante un Homeschool, pero
al tener la oportunidad de estudiar desde la casa, los padres fueron
espectadores activos de lo que aprendían sus hijos, analizando las temáticas,
ayudándoles a hacer las tareas y aprovechando para recomponer y fortalecer los
lazos filiales.
Algunos, también
empezaron a notar que determinadas temáticas abordadas por los docentes eran
contradictorias con sus creencias y esto los llevó a disentir y buscar
alternativas diferentes.
Así como muchas
personas se pasaron al Home office y creció notoriamente el trabajo remoto
desde el hogar, también descubrieron en el Homeschool una alternativa que se
adapta mejor a sus necesidades, convicciones y filosofías de vida. Las
tecnologías aplicadas al internet ya nos permiten hablar de la escolarización a
distancia y es por eso por lo que pensamos en el Homeschool como una forma y
una herramienta alternativa para las familias de este siglo.
Sea cual sea el
contexto histórico precursor de este movimiento, hoy día se pone nuevamente en
debate si es correcto o no educar a los hijos en el hogar. En este sentido, la
lucha siempre se ha basado en evidenciar los resultados y demostrar que estos
estudiantes superan en nivel intelectual el de muchos otros estudiantes
escolarizados formalmente. De hecho, las mejores universidades del mundo toman
pruebas de habilidades o aptitudes tomando en cuenta que algunos estudiantes
nunca han pisado una escuela y todos han aprobado con altas calificaciones y
han mantenido su alto rendimiento. Hay ejemplos por montones de jóvenes que se
gradúan con honores, incluso, antes de los 23 años. De hecho, las mejores
Universidades del mundo toman pruebas estandarizadas basadas en habilidades y
aptitudes para admitir estudiantes que han sido educados en el hogar y en mi
investigación me han provisto de artículos y reflexiones sobre el buen nivel de
estos estudiantes además de destacar su calidez humana.
Entendiendo la
definición, la legalidad, el contexto histórico y la experiencia del
Homeschool, podemos agregar que, en este momento, el mundo se está adaptando a
la cuarta revolución tecnológica, y como todo proceso de adaptación siempre
acarrea consigo resistencias. Esto también es esperable.
Actualmente a nivel
global la lucha de las familias ha pasado a fundamentarse en el derecho natural
antes mencionado, porque han entendido que el vínculo que existe por naturaleza
entre padres e hijos es inquebrantable y no es justo que autoridades de turno
interfieran, judicializando, propagando ideas erróneas sobre qué significa y
qué consecuencias acarrea para estos padres y sus hijos exponer a la opinión
pública lo privado de sus decisiones.
El punto aquí sobre la
persecución estatal a familias no se centra en si pueden evidenciar o no que
realmente sus hijos son amados, son cuidados, tienen cubiertas todas sus
necesidades y que no están siendo vulnerados en ningún derecho y mucho menos en
la educación, porque de hecho, estas familias no solo demuestran que están
escolarizados, reciben contenido de calidad, van a actividades
extracurriculares, están felices, superan todo tipo de obstáculos y tienen
garantizada la continuidad educativa. Tampoco el enfoque debe centrarse en la legalidad,
porque muchas cosas son legales, pero sin embargo no son correctas para muchas
conciencias. Es por ello por lo que todos deberíamos defender la pluralidad, el
derecho a oponernos, a disentir, a expresarnos y a respetar la libertad de
todos en sus similitudes o diferencias. Y sobre todas estas bases, defender
humana y justamente la Patria Potestad porque es una defensa legítima.
La educación en el
hogar se basa en la transmisión de valores familiares y va más allá del
contenido académico, de programas curriculares o de calificaciones basadas en
notas. La educación en el hogar es un discipulado efectivo que busca llegar
directo al corazón de los hijos y ningún docente está tan vinculado con el
corazón de esos hijos como sus propios padres.
Costos y posibilidades.
¿La metodología es
compatible con la economía de familias de clase baja trabajadora? Debemos
comprender que hacer educación en el hogar siempre conlleva gastos. Los padres
están en continuo entrenamiento, pagan por capacitaciones, congresos,
encuentros, invierten en libros, el colegio a distancia y las distintas
actividades extracurriculares como lengua extranjera, artes o deporte. Es por
ello por lo que no es una metodología al alcance para todos.
Tampoco nos gusta
establecer el dogma de que es un modelo educativo de élite, esto no es cierto,
ya que las familias se adaptan y ajustan toda su rutina para que sea posible.
Podemos decir que educar a un hijo en el hogar tiene más o menos el mismo gasto
económico que un colegio económico privado, con la diferencia de que, en casa,
los padres educan no solo con contenido escolar, también hay muchos paseos divertidos
y las rutinas son más flexibles, previniendo las gripes del invierno, el
cansancio continuo y el estrés. Los padres, además, por lo general, construyen
un espacio didáctico con materiales, escritorio, impresora, biblioteca,
pizarrón, cartelera, instrumentos musicales, etc. Han aprendido a rebuscarse
entre libros usados, van a ferias e intercambian entre familias los recursos
para hacerlo posible y que no se fundan los bolsillos. A veces deben ordenarse
como familias, en esto también se basan los acompañamientos de los grupos de
apoyo globales, ayudamos a aprender a organizar las finanzas y vivir dentro de
un presupuesto, entendiendo que vale la pena el esfuerzo porque nada supera a
lo que se genera en relación con el vínculo entre padres e hijos.
El Impacto de la
Reforma en la Historia.
Aunque muchos ni se
ponen a pensar en este magistral acontecimiento histórico, la Reforma es el
segundo evento más importante en la historia de la humanidad luego del
nacimiento de Jesucristo, porque trajo libertad de pensamiento al mundo,
accesibilidad a la educación y, sobre todo, se promovió el libre acceso a la
alfabetización. Sin embargo, nadie lo aprende en la escuela. Mi hija, que está
fascinada con el origen de las civilizaciones, lo sabe desde los 8 años y
aprender esto le hizo enamorarse de la historia y de la arqueología.
La Socialización.
Es interesante
escuchar de continuo la palabra “sociabilización”, y es bueno mencionarla,
aunque nada tenga que ver la socialización con ser sociable. Muchos niños, de
hecho, van a la escuela y no son sociables, son retraídos, están angustiados o
tienen serios problemas de conducta. También es extraño que muchos maestros,
cuando hay mucho alboroto en su aula se les escuche decir “¡aquí no vienen a
socializar, vienen a aprender!” Entonces, ¿quién inventó la palabra
socialización? El término tiene origen en la psicología y ha sido adoptada por
los Estados porque significa y representa la transmisión de valores y
principios compartidos por una sociedad a la siguiente generación. Podríamos
decir entonces que la socialización es transmitir cultura e impartir los
elementos necesarios para vivir en sociedad.
A veces se mal
interpreta y se pregunta si los hijos educados en el hogar sociabilizan y no si
socializan. Aunque ambas preguntas son planteadas, existe en la actualidad
infinidad de contenido creado en redes sociales a donde se puede acudir, ver e
investigar al respecto, incluso hay charlas en TEDX dadas por padres o
adolescentes que nunca fueron a una escuela y sin embargo allí están, bien
sociales, sociables y felices.
Siendo congruente y
objetiva, en mi opinión, las preguntas deberían ser otras, por ejemplo ¿sabe tu
hijo que no debe pegarle a otros, usar las cosas ajenas, empujar, faltarle el
respeto a los demás, robar, mentir, arrojar basura al piso? ¿sabe hacer
mandados, manejarse en la vía pública entendiendo las normas de tránsito? ¿sabe
cuánto cambio le darán si paga con X dinero el pan que compró con el billete
que alcanza, pero sobra? ¿Sabe tu hijo ayudar al desvalido, curar una herida,
subir a un autobús, entender las dinámicas en las conversaciones, interpretar
los gestos de la comunicación y el lenguaje de los símbolos? ¿Sabe acaso
mantener una conversación en la que es más importante escuchar al otro que
opinar? Si respondemos a estas preguntas honestamente y dadas las evidencias,
por supuesto que los hijos educados en casa son mucho más sociales que los
niños que asisten a escuelas de manera presencial.
También es cierto que
hay una socialización que no aprenden y nos encanta. No aprenden a hacer
bullying, ni a pensar cómo hacer una broma de mal gusto a otro compañero, tampoco
aprenden a someterse a los abusadores, de hecho, cuando se reinsertan de más
grandes, en secundaria, por ejemplo, y debe lidiar con malechores, se
convierten en caudillos que los resisten, se involucran en ayudar a otros en
estas penosidades y destacan por su valor y altruismo a la hora de resolver
conflictos.
Porque han sido
educados en un entorno de respeto no tienen miedo y tienen bien sabido que su
validación no depende de lo que opinen otros sino de lo que es correcto o no lo
es. Ellos han aprendido cómo aplicar la ética y la moral según sea el caso y
eso, según estas familias, es una socialización que conviene rescatar, promover
y defender.
Entendemos entonces
que el mito de que si no van a la escuela no socializan es falso, además, el
sistema educativo también socializa en crimen, por lo tanto, el asunto de la
socialización debería dejar de ser un argumento para oponerse contra los padres
que deciden hacer Homeschool.
Los niños educados en
el hogar no viven en un tupper, no se convierten en sillones o roperos por
estar estudiando en casa y además tienen mucha más vida social que otros niños
que solo van a la escuela y su socialización está basada en ver series de narcotraficantes
beatificados en Netflix, ver contenido idiotizante en redes, escuchar música
sexualizadora siendo precoces, jugar Minecraft y todas las modas dañinas que
pululan en el ámbito escolar que están llevando a los niños a caer en
depresiones profundas y a aislarse cada vez más de la realidad hermosa que es
la vida.
A largo plazo, los
hijos educados en el hogar socializan tan bien que por lo general se convierten
en emprendedores que generan fuentes de trabajo para otros porque han aprendido
a autogobernar sus emociones, saben dirigir, gerenciar y liderar basados en la
empatía.
En la actualidad incluso,
el internet nos deja a la mano nuevas formas de socialización. Hace apenas un
par de décadas era impensable comprender cómo sería posible trabajar desde casa
o hacer amigos a distancia, pero ahora sabemos que se puede.
Esto trae esperanza a
docentes que piensan que se quedarán sin trabajo si se van todos los alumnos en
masa a su casa a aprender, cosa que no va a suceder, al menos por ahora, pero
no podemos garantizar que la Inteligencia Artificial no nos desplace. Este
cambio de paradigma traerá nuevas ideas, herramientas y soluciones porque
surgen muchas nuevas formas de enseñar y de generar fuentes de trabajo.
Es así que los padres que
aman a sus hijos siempre buscan que socialicen conforme a sus convicciones y
principios y no conforme a los principios y convicciones ajenas.
Objetivos.
El objetivo principal
de los padres educadores en el hogar es generar en el corazón de sus hijos
asombro, amor y gratitud de manera espontánea. Que se fascinen por aprender. No
siempre estos son los mismos objetivos que los estatales.
Llevándolo al objetivo
global, los padres se fundamentan en el fortalecimiento familiar para que sus
hijos, que toda la vida serán sus hijos, así como toda la vida esos padres
serán sus padres, anhelan fervientemente que sus valores sean impartidos a la siguiente
generación para que no se pierdan.
Colegios privados
versus escuelas estatales/Soluciones.
En Uruguay todas las
escuelas estatales son laicas, pero la órbita estatal también regula a los
colegios privados. En este contexto, nuevamente están en peligro las decisiones
privadas de las personas. Por otra parte, ANEP, al imponer la educación con
perspectiva de género viola el principio de la laicidad. Los privados deberían
poder regirse por el principio de autonomía porque existen para brindar
alternativas a la oferta estatal. Cuando el Estado dice lo que deben impartir
como enseñanza en el marco de los colegios privados también, se rompe el
principio del derecho de los padres de elegir entre las ofertas nacionales y es
una de las razones por la que la oferta se ha ido ampliando a nivel
Internacional.
Cabe destacar que los
colegios privados son exageradamente caros para muchos presupuestos los que los
hace inaccesibles para muchas familias. Una modalidad de alumno libre y de
alumno híbrido (Flexischool) en la esfera pública regulada a nivel nacional a
través de un protocolo administrativo, abarataría los costos dando
accesibilidad a todos los que lo necesiten y deseen.
Estado en disonancia
con las familias.
En mi opinión es
inadmisible que el Estado pretenda tomar el rol de la familia, y si entendemos
que, en cierta manera, hay líneas de pensamiento respecto a la desvinculación
de los niños de sus familias que surgen en la ONU basados en principios
africanos en el contexto de las víctimas de las epidemias del SIDA que dejaban
muchos niños huérfanos, el Estado debía proporcionarles un tutor legal o
hacerse cargo enviándolos a los orfanatos, el globalismo acarrea sus pros y sus
contras ya que si llegamos a ese punto en el que tenemos que estar
defendiéndonos del Estado, que se supone fue creado para protegernos dentro de
los límites del respeto a la libertad, ya no podremos decir que vivimos en un
país libre. Esto está provocando emigraciones masivas porque las familias prefieren
vivir en países donde se respetan sus decisiones privadas antes que en Uruguay.
Persecución y
Judicialización a familias de bien.
En la actualidad
muchas familias están en juicio por elegir educar a sus hijos en el hogar a
través de programas a distancia. Eligen esta manera porque es un modelo que
respeta sus decisiones, se adapta mejor a sus necesidades y cumple con los
objetivos al garantizar todos los derechos de los hijos a la educación durante
toda su vida académica.
Es por esta razón que
es importante que todos sepan lo que está pasando y conozcan sus derechos para
poder ejercerlos. Retomo el punto de la legalidad solo para agregar que debemos
conocer nuestros derechos para poder ejercerlos porque derecho que no se
ejerce, se pierde.
El estado no puede
tomar el rol de la familia y dejar a los padres solo la virtud de dar amor. La
educación es mucho más que la enseñanza y es intransferible de los padres a
terceros por derecho natural.
El movimiento
Homeschooler a nivel global.
Lo que está sucediendo
a nivel mundial es que cada vez son más los padres que se están levantando para
ejercer estos derechos que le corresponden por naturaleza. La revolución
tecnológica abrirá las puertas a otras formas de convivir, pero también estamos
en el proceso en que se dan determinadas resistencias.
Maestros temerosos y
sin herramientas administrativas para procesar las decisiones de los padres
terminan denunciando lo que desconocen y cuando una familia es llevada a
juicio, todo el proceso atenta contra su integridad moral al exponer a la
opinión pública sus decisiones privadas.
Seguramente. tarde o
temprano, esto dará paso a que toda la Academia se interese en ayudar a
contribuir a estas adaptaciones necesarias y eso irá de la mano de cambios de
paradigma y culturales importantes.
Por un lado, se habla que
los niños son seres bíofísicosocioespirtuales, que tienen esas 4 dimensiones. Se
dice que son seres biológicos porque tienen un cuerpo físico que responde a su
naturaleza humana, son psicosociales porque tienen memoria, cognición,
pensamiento, lenguaje, capacidad de aprendizaje y socioemocionalidad. Y son
espirituales porque tienen sentido de trascendencia y conciencia moral que les
permite discernir entre el bien y el mal.
¿Alguien en el sistema
educativo o en protección infantil se ha tomado el tiempo de pensar en las
graves consecuencias que pueden dejar las vulneraciones y atropellos a familias
amorosas cuando todo el proceso judicial podría atentar contra el lazo filial
que existe entre padres e hijos?
¿Izquierda o derecha? La
dignidad Humana.
Pareciera que todos
los gobiernos, independientemente de su bandera, tienen una visión marxista y
enseñan que existe una lucha ideológica entre proletariado y burguesía, aunque
se sepa que caer en una visión distorsionada de la historia sesga y dogmatiza
cómo debería ser el ejercicio de la libertad. Ver parcialmente las
contradicciones o amenazas que pueden ocurrir si no se toman en cuenta otros
factores como la moralidad o la espiritualidad de los ciudadanos que habitan
los países nos enfrenta y nos divide.
Ver la historia
sesgadamente y solo a través de los hechos de los hombres puede llevar a
malinterpretar o confundir los principios de la libertad que pretendemos
promulgar. Por ejemplo, las Constituciones fueron escritas cuando se respetaba
la fe. Luego vinieron los políticos y dijeron que la fe había que separarla del
Estado y la buena socialización empezó a caer en decadencia.
Hoy día se están
perdiendo generaciones enteras por falta de doctrina sana y si perdemos también
la educación, perdemos la posibilidad incluso de restringir el delito, la
pobreza, la miseria intelectual, la falta de justicia y la verdad.
Las familias que
asumieron este compromiso de educar a sus hijos en el hogar lo han hecho y lo
están haciendo porque se dieron cuenta de esta realidad degenerativa en la
sociedad y están haciendo e impulsando un activismo intenso en favor de rescatar
a toda una generación y a las siguientes del daño irreversible que se está perpetuando.
Ellos se están volviendo
precursores para un buen cambio en favor de la defensa de la dignidad humana. Esta
lucha es legítima y debe divulgarse.
Vuelvo a la
Declaratoria Universal de los derechos Humanos, a su contexto dignificante
amparado en el derecho natural que nos rige a todos los seres humanos y que es
Universal que universaliza los atributos inherentes a la vida humanas y por si acaso,
en una interpretación personal, al hombre, que ha conquistado el espacio, en
algún momento se le olvida que como es abajo también debería ser en Marte.
Estos padres, están
formando personas extraordinarias y esa libertad se debe defender para que
prevalezca por encima de cualquier opinión.
Hay que recordar que
nuestro derecho a la vida, la dignidad, la moralidad, la religión, la libre
expresión, la libre circulación y a la educación, son derechos que están
ligados a nuestra condición humana por naturaleza y, en definitiva, la pobreza moral
de negarlos, ocultarlos y destruirlos está acorralada dentro de los muros
miserables que levanta la ignorancia.
Al final, los más
vulnerables nunca son los pobres como nos han hecho creer ciertas ideologías.
Los más vulnerables siempre son los ignorantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja un comentario: