Sobre la Libertad Educativa en Uruguay

 

“Justicia es dar a cada quien lo que es suyo.”

Ulpiano – Jurista romano/170 dC.

 Por Eloísa 

Definir el Homeschool como uno de los métodos educativos del Siglo XXI.

Definimos como Homeschool un modelo educativo en el cual son las familias quienes toman en sus manos la responsabilidad de la formación de sus hijos. Es la familia quien asume el rol de la instrucción intelectual porque prefieren ser ellos quienes dirigen el camino de aprendizaje y no que sean los padres de otros hijos.

En este proceso, las familias pasan por varias etapas:

1)      Surge una necesidad por el contexto particular que está viviendo la familia, que los lleva a buscar alternativas buscando información.

2)      Al encontrar referentes relacionados con el método, inician el camino de la capacitación, estudiando la legalidad, los riesgos y los beneficios a corto, mediano y largo plazo. También establecen la guía curricular y las actividades extracurriculares que harán sus hijos.

3)      Buscan colegio y proveedores de servicios que les suplan los recursos, tanto académicas como extracurriculares. Contratan maestros de apoyo que acompañen. Se arman de un espacio lúdico en algún rincón de la casa y una biblioteca.

4)      Se esfuerzan por formar parte de una comunidad local compuesta por familias afines a su filosofía de vida. Ayudan a otras familias más nuevas en el método y hasta generan una economía circular entre docentes, padres emprendedores y proveedores de servicios.

Legalidad.

El Homeschool es una decisión privada que toman las familias que lo eligen y en este sentido, es también un derecho ciudadano, civil y fundamental.

Hay varios tipos de derecho y los fundamentales, también denominados no negativos son aquellos que nadie puede otorgar porque son parte de la naturaleza humana y de su dignidad. Dentro de esos derechos, cabe la decisión de los padres o en su defecto, de los tutores legales, de elegir qué tipo de educación quieren para sus hijos o representados. Es por eso por lo que el Homeschool es un ejercicio sujeto al derecho/deber que tienen los padres por naturaleza.

En este punto, podemos profundizar en el carácter naturalista de la Constitución Nacional que hace una gran diferenciación entre educación y enseñanza, estableciendo que son los padres quienes tienen la libertad sujeta al derecho/deber para escoger los maestros y las instituciones que deseen y que queda garantía garantida la libertad de enseñanza ( Art.68). Es la enseñanza la que debe ser coordinada por la ley (art. 202).
Por otra parte, existe un principio de legalidad que establece el Art. 10 y afirma que
Las acciones privadas de las personas que de ningún modo atacan el orden público ni perjudican a un tercero, están exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la República será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.”

En Uruguay, no existe una ley específica dentro del derecho positivo que regule el Homeschool, o sea, no menciona el término anglosajón pero sí existen leyes específicas que hacen relación a la libertad de los padres en congruencia con el tipo de enseñanza que quieren transmitirle a sus hijos. Para sumar a la argumentación legal, también existen los Acuerdos Internacionales, que cuando se ratifican, sí pasan al Derecho positivo. Por ejemplo, la CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS de 1969, también llamado PACTO DE SAN JOSE DE COSTA RICA (Ley uruguaya 15.737); que en su PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONOMICOS SOCIALES Y CULTURALES (Ley uruguaya 13.751), Art. 13 Inciso 3 establece que Los Estados Parte en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas DISTINTAS DE LAS CREADAS POR LAS AUTORIDADES, siempre que aquéllas satisfagan las normas mínimas que el Estado prescriba o apruebe en materia de enseñanza, y de hacer que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.”

A este pacto, tanto como a la Convención de la UNESCO, relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza (Ley uruguaya 17724) que redacta “que no deben establecerse discriminaciones y proclama el derecho de todos a la educación… debe respetarse la libertad de los padres o, en su caso, de los tutores legales, de elegir para sus hijos establecimientos de enseñanza que no sean los mantenidos por los poderes públicos…”

Dado que Uruguay ratifica y oficializa estos Acuerdos Internacionales, tienen peso y valor jurídico dentro de nuestro territorio. Estos pactos se convierten en instrumentos obligatorios para todos los ciudadanos y es importante recordarles, cada tanto, a las autoridades que sería bueno que los tomen en cuenta antes que se propongan redactar leyes contradictorias a estos o que sean inconstitucionales.

Siendo extenso y amplio el marco jurídico internacional al que Uruguay adhiere y teniendo redactado en otro texto una vasta argumentación que respalda la educación en el hogar dirigida por los padres a nivel nacional e Internacional, puedo concluir que el Homeschool es legal.

Si bien ninguna familia que elige educar a sus hijos en el hogar pone como motivo principal el adoctrinamiento o las consecuencias de una socialización negativa (me explayaré más adelante sobre este punto), sino que, más que nada, buscan herramientas pensando en relación con el amor inconmensurable que sienten por sus hijos queriendo proveerles lo mejor, es una realidad que existen sesgos en la enseñanza que pueden ser contradictorios con las filosofías o creencias de algunas familias.

En 1948 y como resultado de las reflexiones que se hicieron respecto al impacto ocasionado por las guerras, en especial, la Segunda Guerra Mundial culminada en 1945, se redacta el pacto más importante a nivel humano que existe en la actualidad, La declaración Universal de los Derechos Humanos y sobre este Acuerdo basaré mi reflexión.

Es curioso que dentro de una sociedad haya consenso acerca de que deben respetarse la Libertad de prensa, la de expresión o la de culto, sin embargo, cuando hablamos de libertad educativa no es así. Por el contrario, de inmediato el imaginario lleva a pensar que no existe educación sin una escolarización regulada por el Estado.
Es entonces que el Artículo 26, Inciso 3 de la Declaratoria Universal de los Derechos humanos cobra sentido porque reconoce el derecho fundamental a la libertad educativa y lo otorga como derecho inherente a la libre decisión privada que tienen los padres en relación a sus hijos, redactando que
“Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.
Ahora bien ¿Alguien se preguntó alguna vez por qué tomaron en cuenta incluir la educación como un libre derecho/deber preferente de los padres y no de las Instituciones reguladas por el Estado? La verdad es que en el borrador inicial de la Declaración Universal de Derechos Humanos realizado por el canadiense Humphrey y el francés Cassin en 1947 no figuraba el punto 3 del artículo 26. Fue en la discusión posterior con los estados y la sociedad civil previa a la adopción de la declaración por la Asamblea cuando la libertad de educación apareció. En esta discusión se propusieron dos modificaciones importantes al artículo 26.

Durante las negociaciones en el seno de la Comisión de los Derechos Humanos hubo pocas discusiones sobre las atrocidades nazis. Probablemente, según algunos biógrafos de aquel momento histórico, debido a que esta tarea estaba encomendada a otros organismos más versados en derecho de guerra. El artículo 26, no obstante, fue una excepción y su discusión estuvo fuertemente influenciada por las atrocidades nazis y por el importante efecto que tuvo la escuela alemana nazi de la época que logró que toda una generación odiara a otras personas solo por pertenecer a otras culturas o razas.

En este sentido cabe destacar las dos intervenciones más influyentes en vistas al contenido final del documento. Por un lado, el Congreso Judío Mundial propuso que la educación debía promover la tolerancia, el entendimiento y el respeto a los derechos humanos por razones más que obvias. Siendo esta propuesta el germen de la educación en derechos humanos.

La otra propuesta fue hecha por el diplomático holandés Beaufort, quien recordó el devastador efecto que tuvo el monopolio educativo estatal nazi y la consecuente socavación de los derechos parentales, pidió a la Comisión la inclusión de la libertad de enseñanza para evitar tales abusos. Literalmente se pactó que esto no volvería a suceder si a los hijos los educaban sus padres.

No debe extrañarnos que fuera la Misión Holandesa la que incluyera este enunciado puesto que en su Constitución – que data del siglo XIX- ya se incluye la libertad de educación y la obligación del estado de financiar escuelas no gubernamentales. 

Simpática coincidencia que en la misma discusión donde se dictaminó la importancia de la educación en derechos humanos se deliberara también el derecho preferente de los padres a escoger la educación de sus hijos. Como ya hemos dicho en más de una ocasión, estas dos realidades no son antagónicas, sino que complementarias y mutuamente necesarias para la realización del derecho a la libre educación, especialmente en sociedades plurales.

Como en materia de educación no existe neutralidad y todos los docentes enseñan desde su propia cosmovisión de las cosas, es importante traer estos puntos a memoria, ya que hay derechos fundamentales que no pueden ni deben ser vulnerados y ante estos casos existe la objeción de conciencia.

Por otra parte, en ninguna ley de todo Latinoamérica está explícitamente redactado que está prohibido educar en casa, excepto en Cuba y Costa Rica y el caso de Costa Rica ya está cambiando ya que el equipo líder por la libertad educativa de ese país está sentando las bases de esta lucha y las autoridades están modificando su manera de pensar al respecto siendo más flexibles a aceptarlo y promoverlo.

Un poco de historia.

Se sitúan dos momentos históricos respecto a la creación de escuelas y la escolarización forzada. Uno en la industrialización, porque al necesitarse mano de obra especializada y barata, había que sacar a la mujer de la casa para que vaya a trabajar a las fábricas y es allí donde surge la necesidad de saber dónde iban a dejar a los niños.

El segundo momento histórico que cabe traer a memoria es durante el siglo XVII que es cuando empieza el rol subsidiario por parte de algunas organizaciones estatales. Esto sucede en Ginebra, Suiza, donde se introdujeron programas educativos basados en lectura, escritura y matemáticas. La iglesia tomó esta iniciativa con un rol subsidiario y complementario a la educación que los padres ya daban a sus hijos en el hogar. Esta apoyó esta decisión porque su intención se basó en que todos los ciudadanos debían leer la biblia.

Fue en el Siglo XIX que se comienza a cambiar esta metodología y se empieza a hablar de que la enseñanza debe ser obligatoria y la debe impartir el Estado.

En 1852 llega una gran migración a los Estados Unidos desde Irlanda que provocó un choque de culturas muy distintas. La preocupación de las autoridades estadounidenses de ese entonces fue que los irlandeses dejaban sus hijos a la deriva, eran vagos, se alcoholizaban y veían en ellos una amenaza para las futuras generaciones. En este caso, la enseñanza dirigida por el Estado buscaba transmitir valores como en otros momentos de la historia, pero esto dio lugar a que se naturalizara que los padres no pueden educar a sus hijos en casa, sino que deben enviarlos a una escuela. Queriendo evitar que los hijos de los irlandeses fuesen malos ejemplos para las familias americanas, estos orígenes del modelo de escolarización estatal partieron de una buena intención y también es cierto que ya desde entonces comienzó a surgir la diferencia entre educación y escolarización. De hecho, muchos hemos oído la frase “en la casa se educa y en la escuela se instruye”.

El problema es que, pese a que ya llevamos más de 150 años de estas concepciones, cuesta asimilar otras formas de enseñanza que no sea a través de escuelas y los padres que en general han ido delegando su responsabilidad al Estado, también han ido perdiendo el vínculo íntimo que tenían con sus hijos, pero ahora algunos están cambiando en su manera de pensar.

En 1960 empezaron a darse los primeros ensayos sobre educación en el hogar en USA. El caso de los Amish y la exigencia hacia ellos por parte de las autoridades de la escolarización obligatoria fue el puntapié de partida. Muchas familias debieron ir a la Corte a pelear por sus derechos a la libre educación y muchos terminaron detenidos hasta que finalmente, las autoridades entendieron que había que legalizar este derecho en favor de los padres lo que dio lugar a su regulación legal.

Otras familias se empezaron a organizar en un contexto más pacífico y ordenado. Ya habían pasado las guerras, la gran depresión era cosa de la antigüedad y la economía se comenzaba a estabilizar. La modernidad trajo consigo los recursos y los padres empezaron a trabajar en conseguir y elaborar manuales para enseñar a sus hijos a leer y escribir y así poder brindar educación de calidad para que sus hijos tuviesen garantizada la continuidad educativa y fueran buenos ciudadanos.

En la actualidad tuvimos otro momento clave que llevó a muchas familias a replantearse su relación con sus hijos y la forma de contenidos que estaban recibiendo por parte de sus maestros. La Pandemia por Coronavirus abrió una puerta a la esperanza en ese aspecto. No todos tuvieron los mismos cuestionamientos, obviamente, como tampoco es para todos poder llevar adelante un Homeschool, pero al tener la oportunidad de estudiar desde la casa, los padres fueron espectadores activos de lo que aprendían sus hijos, analizando las temáticas, ayudándoles a hacer las tareas y aprovechando para recomponer y fortalecer los lazos filiales.

Algunos, también empezaron a notar que determinadas temáticas abordadas por los docentes eran contradictorias con sus creencias y esto los llevó a disentir y buscar alternativas diferentes.

Así como muchas personas se pasaron al Home office y creció notoriamente el trabajo remoto desde el hogar, también descubrieron en el Homeschool una alternativa que se adapta mejor a sus necesidades, convicciones y filosofías de vida. Las tecnologías aplicadas al internet ya nos permiten hablar de la escolarización a distancia y es por eso por lo que pensamos en el Homeschool como una forma y una herramienta alternativa para las familias de este siglo.

Sea cual sea el contexto histórico precursor de este movimiento, hoy día se pone nuevamente en debate si es correcto o no educar a los hijos en el hogar. En este sentido, la lucha siempre se ha basado en evidenciar los resultados y demostrar que estos estudiantes superan en nivel intelectual el de muchos otros estudiantes escolarizados formalmente. De hecho, las mejores universidades del mundo toman pruebas de habilidades o aptitudes tomando en cuenta que algunos estudiantes nunca han pisado una escuela y todos han aprobado con altas calificaciones y han mantenido su alto rendimiento. Hay ejemplos por montones de jóvenes que se gradúan con honores, incluso, antes de los 23 años. De hecho, las mejores Universidades del mundo toman pruebas estandarizadas basadas en habilidades y aptitudes para admitir estudiantes que han sido educados en el hogar y en mi investigación me han provisto de artículos y reflexiones sobre el buen nivel de estos estudiantes además de destacar su calidez humana.

Entendiendo la definición, la legalidad, el contexto histórico y la experiencia del Homeschool, podemos agregar que, en este momento, el mundo se está adaptando a la cuarta revolución tecnológica, y como todo proceso de adaptación siempre acarrea consigo resistencias. Esto también es esperable.

Actualmente a nivel global la lucha de las familias ha pasado a fundamentarse en el derecho natural antes mencionado, porque han entendido que el vínculo que existe por naturaleza entre padres e hijos es inquebrantable y no es justo que autoridades de turno interfieran, judicializando, propagando ideas erróneas sobre qué significa y qué consecuencias acarrea para estos padres y sus hijos exponer a la opinión pública lo privado de sus decisiones.

El punto aquí sobre la persecución estatal a familias no se centra en si pueden evidenciar o no que realmente sus hijos son amados, son cuidados, tienen cubiertas todas sus necesidades y que no están siendo vulnerados en ningún derecho y mucho menos en la educación, porque de hecho, estas familias no solo demuestran que están escolarizados, reciben contenido de calidad, van a actividades extracurriculares, están felices, superan todo tipo de obstáculos y tienen garantizada la continuidad educativa. Tampoco el enfoque debe centrarse en la legalidad, porque muchas cosas son legales, pero sin embargo no son correctas para muchas conciencias. Es por ello por lo que todos deberíamos defender la pluralidad, el derecho a oponernos, a disentir, a expresarnos y a respetar la libertad de todos en sus similitudes o diferencias. Y sobre todas estas bases, defender humana y justamente la Patria Potestad porque es una defensa legítima.

La educación en el hogar se basa en la transmisión de valores familiares y va más allá del contenido académico, de programas curriculares o de calificaciones basadas en notas. La educación en el hogar es un discipulado efectivo que busca llegar directo al corazón de los hijos y ningún docente está tan vinculado con el corazón de esos hijos como sus propios padres.

Costos y posibilidades.

¿La metodología es compatible con la economía de familias de clase baja trabajadora? Debemos comprender que hacer educación en el hogar siempre conlleva gastos. Los padres están en continuo entrenamiento, pagan por capacitaciones, congresos, encuentros, invierten en libros, el colegio a distancia y las distintas actividades extracurriculares como lengua extranjera, artes o deporte. Es por ello por lo que no es una metodología al alcance para todos.

Tampoco nos gusta establecer el dogma de que es un modelo educativo de élite, esto no es cierto, ya que las familias se adaptan y ajustan toda su rutina para que sea posible. Podemos decir que educar a un hijo en el hogar tiene más o menos el mismo gasto económico que un colegio económico privado, con la diferencia de que, en casa, los padres educan no solo con contenido escolar, también hay muchos paseos divertidos y las rutinas son más flexibles, previniendo las gripes del invierno, el cansancio continuo y el estrés. Los padres, además, por lo general, construyen un espacio didáctico con materiales, escritorio, impresora, biblioteca, pizarrón, cartelera, instrumentos musicales, etc. Han aprendido a rebuscarse entre libros usados, van a ferias e intercambian entre familias los recursos para hacerlo posible y que no se fundan los bolsillos. A veces deben ordenarse como familias, en esto también se basan los acompañamientos de los grupos de apoyo globales, ayudamos a aprender a organizar las finanzas y vivir dentro de un presupuesto, entendiendo que vale la pena el esfuerzo porque nada supera a lo que se genera en relación con el vínculo entre padres e hijos.

El Impacto de la Reforma en la Historia.

Aunque muchos ni se ponen a pensar en este magistral acontecimiento histórico, la Reforma es el segundo evento más importante en la historia de la humanidad luego del nacimiento de Jesucristo, porque trajo libertad de pensamiento al mundo, accesibilidad a la educación y, sobre todo, se promovió el libre acceso a la alfabetización. Sin embargo, nadie lo aprende en la escuela. Mi hija, que está fascinada con el origen de las civilizaciones, lo sabe desde los 8 años y aprender esto le hizo enamorarse de la historia y de la arqueología.

La Socialización.

Es interesante escuchar de continuo la palabra “sociabilización”, y es bueno mencionarla, aunque nada tenga que ver la socialización con ser sociable. Muchos niños, de hecho, van a la escuela y no son sociables, son retraídos, están angustiados o tienen serios problemas de conducta. También es extraño que muchos maestros, cuando hay mucho alboroto en su aula se les escuche decir “¡aquí no vienen a socializar, vienen a aprender!” Entonces, ¿quién inventó la palabra socialización? El término tiene origen en la psicología y ha sido adoptada por los Estados porque significa y representa la transmisión de valores y principios compartidos por una sociedad a la siguiente generación. Podríamos decir entonces que la socialización es transmitir cultura e impartir los elementos necesarios para vivir en sociedad.

A veces se mal interpreta y se pregunta si los hijos educados en el hogar sociabilizan y no si socializan. Aunque ambas preguntas son planteadas, existe en la actualidad infinidad de contenido creado en redes sociales a donde se puede acudir, ver e investigar al respecto, incluso hay charlas en TEDX dadas por padres o adolescentes que nunca fueron a una escuela y sin embargo allí están, bien sociales, sociables y felices.

Siendo congruente y objetiva, en mi opinión, las preguntas deberían ser otras, por ejemplo ¿sabe tu hijo que no debe pegarle a otros, usar las cosas ajenas, empujar, faltarle el respeto a los demás, robar, mentir, arrojar basura al piso? ¿sabe hacer mandados, manejarse en la vía pública entendiendo las normas de tránsito? ¿sabe cuánto cambio le darán si paga con X dinero el pan que compró con el billete que alcanza, pero sobra? ¿Sabe tu hijo ayudar al desvalido, curar una herida, subir a un autobús, entender las dinámicas en las conversaciones, interpretar los gestos de la comunicación y el lenguaje de los símbolos? ¿Sabe acaso mantener una conversación en la que es más importante escuchar al otro que opinar? Si respondemos a estas preguntas honestamente y dadas las evidencias, por supuesto que los hijos educados en casa son mucho más sociales que los niños que asisten a escuelas de manera presencial.

También es cierto que hay una socialización que no aprenden y nos encanta. No aprenden a hacer bullying, ni a pensar cómo hacer una broma de mal gusto a otro compañero, tampoco aprenden a someterse a los abusadores, de hecho, cuando se reinsertan de más grandes, en secundaria, por ejemplo, y debe lidiar con malechores, se convierten en caudillos que los resisten, se involucran en ayudar a otros en estas penosidades y destacan por su valor y altruismo a la hora de resolver conflictos.

Porque han sido educados en un entorno de respeto no tienen miedo y tienen bien sabido que su validación no depende de lo que opinen otros sino de lo que es correcto o no lo es. Ellos han aprendido cómo aplicar la ética y la moral según sea el caso y eso, según estas familias, es una socialización que conviene rescatar, promover y defender.

Entendemos entonces que el mito de que si no van a la escuela no socializan es falso, además, el sistema educativo también socializa en crimen, por lo tanto, el asunto de la socialización debería dejar de ser un argumento para oponerse contra los padres que deciden hacer Homeschool.

Los niños educados en el hogar no viven en un tupper, no se convierten en sillones o roperos por estar estudiando en casa y además tienen mucha más vida social que otros niños que solo van a la escuela y su socialización está basada en ver series de narcotraficantes beatificados en Netflix, ver contenido idiotizante en redes, escuchar música sexualizadora siendo precoces, jugar Minecraft y todas las modas dañinas que pululan en el ámbito escolar que están llevando a los niños a caer en depresiones profundas y a aislarse cada vez más de la realidad hermosa que es la vida.

A largo plazo, los hijos educados en el hogar socializan tan bien que por lo general se convierten en emprendedores que generan fuentes de trabajo para otros porque han aprendido a autogobernar sus emociones, saben dirigir, gerenciar y liderar basados en la empatía.

En la actualidad incluso, el internet nos deja a la mano nuevas formas de socialización. Hace apenas un par de décadas era impensable comprender cómo sería posible trabajar desde casa o hacer amigos a distancia, pero ahora sabemos que se puede.

Esto trae esperanza a docentes que piensan que se quedarán sin trabajo si se van todos los alumnos en masa a su casa a aprender, cosa que no va a suceder, al menos por ahora, pero no podemos garantizar que la Inteligencia Artificial no nos desplace. Este cambio de paradigma traerá nuevas ideas, herramientas y soluciones porque surgen muchas nuevas formas de enseñar y de generar fuentes de trabajo.

Es así que los padres que aman a sus hijos siempre buscan que socialicen conforme a sus convicciones y principios y no conforme a los principios y convicciones ajenas.

Objetivos.

El objetivo principal de los padres educadores en el hogar es generar en el corazón de sus hijos asombro, amor y gratitud de manera espontánea. Que se fascinen por aprender. No siempre estos son los mismos objetivos que los estatales.

Llevándolo al objetivo global, los padres se fundamentan en el fortalecimiento familiar para que sus hijos, que toda la vida serán sus hijos, así como toda la vida esos padres serán sus padres, anhelan fervientemente que sus valores sean impartidos a la siguiente generación para que no se pierdan.

Colegios privados versus escuelas estatales/Soluciones.

En Uruguay todas las escuelas estatales son laicas, pero la órbita estatal también regula a los colegios privados. En este contexto, nuevamente están en peligro las decisiones privadas de las personas. Por otra parte, ANEP, al imponer la educación con perspectiva de género viola el principio de la laicidad. Los privados deberían poder regirse por el principio de autonomía porque existen para brindar alternativas a la oferta estatal. Cuando el Estado dice lo que deben impartir como enseñanza en el marco de los colegios privados también, se rompe el principio del derecho de los padres de elegir entre las ofertas nacionales y es una de las razones por la que la oferta se ha ido ampliando a nivel Internacional.

Cabe destacar que los colegios privados son exageradamente caros para muchos presupuestos los que los hace inaccesibles para muchas familias. Una modalidad de alumno libre y de alumno híbrido (Flexischool) en la esfera pública regulada a nivel nacional a través de un protocolo administrativo, abarataría los costos dando accesibilidad a todos los que lo necesiten y deseen.

Estado en disonancia con las familias.

En mi opinión es inadmisible que el Estado pretenda tomar el rol de la familia, y si entendemos que, en cierta manera, hay líneas de pensamiento respecto a la desvinculación de los niños de sus familias que surgen en la ONU basados en principios africanos en el contexto de las víctimas de las epidemias del SIDA que dejaban muchos niños huérfanos, el Estado debía proporcionarles un tutor legal o hacerse cargo enviándolos a los orfanatos, el globalismo acarrea sus pros y sus contras ya que si llegamos a ese punto en el que tenemos que estar defendiéndonos del Estado, que se supone fue creado para protegernos dentro de los límites del respeto a la libertad, ya no podremos decir que vivimos en un país libre. Esto está provocando emigraciones masivas porque las familias prefieren vivir en países donde se respetan sus decisiones privadas antes que en Uruguay.

Persecución y Judicialización a familias de bien.

En la actualidad muchas familias están en juicio por elegir educar a sus hijos en el hogar a través de programas a distancia. Eligen esta manera porque es un modelo que respeta sus decisiones, se adapta mejor a sus necesidades y cumple con los objetivos al garantizar todos los derechos de los hijos a la educación durante toda su vida académica.

Es por esta razón que es importante que todos sepan lo que está pasando y conozcan sus derechos para poder ejercerlos. Retomo el punto de la legalidad solo para agregar que debemos conocer nuestros derechos para poder ejercerlos porque derecho que no se ejerce, se pierde.

El estado no puede tomar el rol de la familia y dejar a los padres solo la virtud de dar amor. La educación es mucho más que la enseñanza y es intransferible de los padres a terceros por derecho natural.

El movimiento Homeschooler a nivel global.

Lo que está sucediendo a nivel mundial es que cada vez son más los padres que se están levantando para ejercer estos derechos que le corresponden por naturaleza. La revolución tecnológica abrirá las puertas a otras formas de convivir, pero también estamos en el proceso en que se dan determinadas resistencias.

Maestros temerosos y sin herramientas administrativas para procesar las decisiones de los padres terminan denunciando lo que desconocen y cuando una familia es llevada a juicio, todo el proceso atenta contra su integridad moral al exponer a la opinión pública sus decisiones privadas.

Seguramente. tarde o temprano, esto dará paso a que toda la Academia se interese en ayudar a contribuir a estas adaptaciones necesarias y eso irá de la mano de cambios de paradigma y culturales importantes.

Por un lado, se habla que los niños son seres bíofísicosocioespirtuales, que tienen esas 4 dimensiones. Se dice que son seres biológicos porque tienen un cuerpo físico que responde a su naturaleza humana, son psicosociales porque tienen memoria, cognición, pensamiento, lenguaje, capacidad de aprendizaje y socioemocionalidad. Y son espirituales porque tienen sentido de trascendencia y conciencia moral que les permite discernir entre el bien y el mal.

¿Alguien en el sistema educativo o en protección infantil se ha tomado el tiempo de pensar en las graves consecuencias que pueden dejar las vulneraciones y atropellos a familias amorosas cuando todo el proceso judicial podría atentar contra el lazo filial que existe entre padres e hijos?

¿Izquierda o derecha? La dignidad Humana.

Pareciera que todos los gobiernos, independientemente de su bandera, tienen una visión marxista y enseñan que existe una lucha ideológica entre proletariado y burguesía, aunque se sepa que caer en una visión distorsionada de la historia sesga y dogmatiza cómo debería ser el ejercicio de la libertad. Ver parcialmente las contradicciones o amenazas que pueden ocurrir si no se toman en cuenta otros factores como la moralidad o la espiritualidad de los ciudadanos que habitan los países nos enfrenta y nos divide.

Ver la historia sesgadamente y solo a través de los hechos de los hombres puede llevar a malinterpretar o confundir los principios de la libertad que pretendemos promulgar. Por ejemplo, las Constituciones fueron escritas cuando se respetaba la fe. Luego vinieron los políticos y dijeron que la fe había que separarla del Estado y la buena socialización empezó a caer en decadencia.

Hoy día se están perdiendo generaciones enteras por falta de doctrina sana y si perdemos también la educación, perdemos la posibilidad incluso de restringir el delito, la pobreza, la miseria intelectual, la falta de justicia y la verdad.

Las familias que asumieron este compromiso de educar a sus hijos en el hogar lo han hecho y lo están haciendo porque se dieron cuenta de esta realidad degenerativa en la sociedad y están haciendo e impulsando un activismo intenso en favor de rescatar a toda una generación y a las siguientes del daño irreversible que se está perpetuando.

Ellos se están volviendo precursores para un buen cambio en favor de la defensa de la dignidad humana. Esta lucha es legítima y debe divulgarse.

Vuelvo a la Declaratoria Universal de los derechos Humanos, a su contexto dignificante amparado en el derecho natural que nos rige a todos los seres humanos y que es Universal que universaliza los atributos inherentes a la vida humanas y por si acaso, en una interpretación personal, al hombre, que ha conquistado el espacio, en algún momento se le olvida que como es abajo también debería ser en Marte.

Estos padres, están formando personas extraordinarias y esa libertad se debe defender para que prevalezca por encima de cualquier opinión.

Hay que recordar que nuestro derecho a la vida, la dignidad, la moralidad, la religión, la libre expresión, la libre circulación y a la educación, son derechos que están ligados a nuestra condición humana por naturaleza y, en definitiva, la pobreza moral de negarlos, ocultarlos y destruirlos está acorralada dentro de los muros miserables que levanta la ignorancia.

Al final, los más vulnerables nunca son los pobres como nos han hecho creer ciertas ideologías. Los más vulnerables siempre son los ignorantes.

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